Pasado el mediodía de este miércoles, agentes de la Policía Local fueron alertados de que había aparecido un arroaz muerto en la playa Este de Toralla. Desplazada una patrulla al lugar, comprobó que era así y que se trataba de un ejemplar adulto, de algo menos de 3 metros de largo, que tenía heridas muy profundas. Inmediatamente, los agentes realizaron las gestiones para que el animal fuese retirado.
Además de ello, a la misma hora, otra dotación se trasladó al número 317 de la Avenida Ricardo Mella, donde había dos caballos sueltos por la carretera. Una vez apartados de la misma, los policías comprobaron que ambos animales tenían microchip, a través del cual localizaron a sus dueño.
Este aseguró que había dejado a los caballos en una finca cerrada y vallada y que, posiblemente, se habrían escapado porque alguien abrió el cercado.