La cumbre climática de Lima ha terminado este domingo con un acuerdo de mínimos en el que se estipula que cada país se comprometa a desarrollar planes individuales para reducir las emisiones de gases responsables del cambio climático.
La “Llamada de Lima para la Acción Climática” estipula que todos los países, tanto los desarrollados como los emergentes, emprendan acciones inmediatas para combatir el cambio climático. Sin embargo, se desconoce si el plan de acción será suficiente para alcanzar el objetivo ideal: reducir el calentamiento global al límite establecido de dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
El acuerdo impone a las naciones desarrolladas la responsabilidad de abanderar la lucha contra el cambio climático proporcionando apoyo financiero a los países en desarrollo quienes, a su vez, deberán adoptar medidas para frenar la contaminación que genera su emergente industria.
Los 190 países firmantes han acordado un principio de fecha límite, el 31 de marzo de 2015, para establecer sus propios planes de reducción de emisiones.