Lo más importante no es lo que ha dicho sino quien lo ha dicho, ni más ni menos que el arzobispo de Canterbury, jefe espiritual de la Iglesia Anglicana ha declarado a la BBC que la “Iglesia Católica ha perdido todo su credibilidad en Irlanda después de haber encubierto los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos sobre menores de edad”. Monseñor Rowan Williams, añadió que “en algunas partes de Irlanda es muy difícil salir a la calle con alzacuellos”.
El arzobispo de Canterbury cree que esta pérdida de credibilidad no es sólo un problema para los católicos, sino para toda Irlanda que ha sufrido un “enorme trauma”.
La respuesta a las palabras de Willians han llegado desde el Arzobispado de Dublín, su titular, Diarmuid Martin, se mostró desilusionado por las mismas y aseguró que no ayudan a reconstruir la Iglesia Católica en Irlanda, sin embargo reconoció que la Iglesia “ha fallado” a quienes sufrieron esos abusos.