El Sindicato de Enfermería (Satse) ha iniciado una campaña en Galicia, en la que recogen firmas de profesionales y usuarios de la Sanidad Pública, para exigir que el número de profesionales sanitarios se equipare a la media europea de la que actualmente está muy alejada.
De acuerdo con los datos de un estudio, hechos públicos este jueves en Vigo, en la actualidad la Sanidad Pública de Galicia precisa 5.700 profesionales más “para hacer el trabajo con garantía”, como subrayó la secretaria general del sindicato en Galicia.
Con el lema ‘Plantilla adecuada; calidad asegurada. Plantilla insuficiente; riesgo inminente”, las firmas que se recojan serán enviadas al presidente Feijóo recordándole que es necesario más personal de enfermería, matronas y fisioterapeutas, “porque este personal ha ido reduciéndose” debido a que no se han cubierto las plazas que han ido quedando vacantes por jubilación.
Esta falta de personal, subrayó Carmen García, ha hecho que el Servizo Galego de Saúde (Sergas), haya descendido a 3,2 enfermeras por cada 1.000 habitantes, por debajo de las 3,5 que hay, de media en el Estado y muy lejos de las 5,3 de la Unión Europea.
La situación, lejos de mejorar, empeorará, puesto que en la actualidad hay una convocatoria abierta de 125 plazas enfermeros, y en 2016 está previsto sólo 7 de matronas, 5 de fisioterapeutas y 2 de especialistas en salud mental.
Ello supondrá aumentar aún más la precariedad, lo que significará que será muy difícil llegar a unos “ratios mínimos” de calidad y seguridad en la atención de los ciudadanos, no solo en la atención hospitalaria- donde Satse estima que la plantilla se ha reducido en un 15%– sino, sobre todo en Atención Primaria- donde la reducción ha sido del 35%-.
Según ha recalcado Malules Carbajo, secretaria provincial de acción sindical de Satse, aunque el Sergas cifra el número de enfermeros en más de 8.950, ellas han asegurado que “no es cierto”, prueba de ello es que, además de 5.700 plazas de enfermería sería necesario cubrir otras 200 de fisioterapeutas y 200 más de matronas.
Esta reducción, tal y como puede comprobarse, pese a la seriedad y los esfuerzos del personal sanitario, la calidad asistencial se resiente y se arriesga la seguridad de los pacientes, porque es físicamente imposible que el personal que hay en la actualidad “llegue a todo con el mismo tiempo y con la calidad adecuada…y ello es porque las plantillas no son las adecuadas”.
A juicio del sindicato estamos asistiendo a un “desmantelamiento” de los servicios de la sanidad pública en Galicia, algo que enfatizaron es posible ver en muchas decisiones, como la de que el nuevo hospital carezca de laboratorio central, “ello se ha decidido, sin más, para ahorrarle gastos a la concesionaria: llevando el laboratorio central al Meixoeiro este se financiará con dinero público y dentro de un tiempo, cuando haya problemas podrán justificar su traspaso a manos privadas diciendo que no funciona bien”.
