El presidente de Adif negó que el tramo de línea ferroviaria entre Ourense y Santiago, donde en julio de 2013 se produjo el accidente del Alvia en Angrois que se cobró la vida de 81 personas y dejó más de un centenar de heridos, sea una vía de alta velocidad. Lo hizo durante su comparecencia, el pasado miércoles 11, ante la subcomisión de estudio y análisis del sistema ferroviario español del Congreso.
Gonzalo Ferre se negó a responder cuestiones sobre el accidente, escudándose en el respeto por la investigación judicial en curso, y se limitó a afirmar que el tramo Ourense-Santiago está gestionado por la empresa Adif y no por Adif Alta Velocidad porque “no es una línea de alta velocidad”, sino una línea convencional. “Es así y no hay más que decir”, respondió este señor, que no ha sido elegido por los ciudadanos, a preguntas de la diputada del BNG Rosana Pérez.
Hay que recordar que durante sus intervenciones parlamentarias de agosto de 2013, días después del siniestro, tanto el propio Ferre como la ministra de Fomento, Ana Pastor, ya aseguraron que esa conexión estaba proyectada como una línea AVE dotada del sistema de seguridad y señalización ERTMS pero que finalmente, en abril de 2011, se decidió construirla en ancho convencional con sistema Asfa.
Sin embargo, esta afirmación contrasta con la propia Declaración sobre la Red de Adif en su versión actualizada de 2014, en la que se señaliza el tramo Ourense-Santiago como de alta velocidad, aunque no se incluya en los trayectos que gestiona Adif Alta Velocidad.
Además, los informes periciales conocidos hasta ahora coinciden en definir la línea Ourense-Santiago (denominada ‘LAV082’) como alta velocidad, tal y como se indica en el proyecto constructivo, su licitación y su adjudicación en las que se señala que “se concibe como una línea interoperable integrada en la red transeuropea de Alta Velocidad”.