Al menos ocho personas han muerto por el paso del ciclón ‘Pam’, que ha llegado a tener categoría 5, con ráfagas de viento de más de 300 kilómetros por hora, por la capital de Vanuatu, Port Vila, donde según los equipos de rescate la destrucción es “increíble”.
Además, otras veinte personas han resultado heridas, según ha confirmado el director de Save the Children en el país, que ha indicado que la cifra la ha facilitado la Oficina Nacional de Gestión de Desastres.
La Cruz Roja Australiana ha advertido de que la destrucción causada por el paso del ciclón es enorme y que las necesidades humanas serán “enormes”. Numerosas personas han perdido sus casas. Refugios, alimentos y agua “son prioridades urgentes”, ha indicado.
El presidente de Vanuatu-un país poco más grande que la provincia de Lugo-, Baldwin Lonsdale, ha pedido este sábado ayuda internacional inmediata para superar la catástrofe, “apelo a la comunidad internacional, en nombre de mi gobierno y el pueblo de Vanuatu, para que nos echen una mano para responder a esta catástrofe tan inmediata que nos ha golpeado”, ha declarado en comentarios recogidos por la cadena BBC.