Lo de besar niños durante las campañas electorales ha pasado a la historia. Ahora hay que ir más allá…hacer algo más difícil y, sobre todo, que venda la cercanía de los políticos a su pueblo. El pionero en esta nueva manera de buscar votos es el aún primer ministro británico.
David Cameron, que hace una semana fue a visitar a la reina Isabel II para anunciarle que convocaba Elecciones Generales, está ya viajando por toda Gran Bretaña a la caza del votante- y hace bien, porque las encuestas dicen que, si las cosas siguen así su puesto lo ocupará el líder de la oposición, el laborista Ed Miliband.
Por ello Cameron ha querido acercarse aún más a los ciudadanos– y eso que vive en el medio de Londres en una casa a pie de calle, el famoso número 10 de Downing Street– y no le ha hecho ascos, al contrario, a darle el biberón a un cordero. ‘Prime minister’ se ha sentado en el suelo del establo, ha pedido el biberón, le ha dado de comer animalito y hasta ha dejado que este le pasase la lengua por su gubernamental ‘face’.
Preparémonos, que en unos días empieza aquí la campaña de las Municipales y, en unos meses, la de las Generales y no va a haber biberones que lleguen para alimentar a ovejas, terneros y gatos.