“El suelo estaba temblando por el terremoto y tan pronto como vimos gente corriendo corríamos nosotros mismos para salvar nuestras vidas”. Ese es el testimonio de unos de los supervivientes de la avalancha que, provocada por el terremoto de 7,9 en la escala Ritcher, sepultó el campo base del Everest causando, al menos, 22 muertos y 217 desaparecidos, según datos de las autoridades de Nepal.
La avalancha arrasó la zona de descanso de los escaladores, guías y porteadores, llevándose consigo las tiendas de campaña.
Hasta el momento, han podido recuperarse 22 cuerpos en el campo base desde donde las expediciones parten para la ascensión del Everest, y ha sido posible rescatar a 32 personas