Se otorgan a sí mismos el dudoso honor de ser el grupo más feo del mundo, una más de sus extravagancias. Uno de los secretos mejor guardados del blues-rock, The Mugs llegan a La Fábrica de Chocolate esta noche (21:30 horas) para presentar las canciones de su último trabajo, ‘On with the show’.
Nacidos en 2000 en Detroit, ciudad de larga tradición y calidad rockera y bluesera, la banda es uno de los mejores ejemplos. Ser formó como un trío compuesto por el guitarrista y cantante Danny Methric, el bajista Tony DeNardo y el batería Matt Rost por la pasión mutua por el blues y el rock de los 70s. Mostrando una variedad enorme de influencias que incluyen a los pesos pesados del género como Led Zeppelin, Cactus, Humble Pie o The James Gang, pero también basados en las raíces tradicionales del blues.
En septiembre de 2001, dos días después de su primer concierto, todo cambió. Después de un derrame cerebral resultado de un defecto de nacimiento nunca antes detectado, DeNardo se pasó un mes y medio en el hospital. Perdió el habla y la parte derecha de su cuerpo quedó totalmente paralizada que le llevaron dos años de rehabilitación intensiva recuperar.
Incapaz de tocar el bajo de manera convencional, se inspiró en Matthew Smith de Outrageous Cherry y aprendió a tocar el teclado. Enchufando el teclado en un amplificador de bajo, fue capaz, a través de mucha experimentación y estudio, de conseguir un sonido similar al de su antiguo bajo eléctrico. Mientras tanto, en un extraño caso de compañerismo, el resto de The Muggs esperó mientras él recuperaba su fuerza y su salud.
En 2003, retornaron triunfalmente al escenario donde todo comenzó, el de Cardieux Café. Un auténtico drama humano que los tres desearían cambiar, aunque muestre la determinación, perseverancia y unión entre tres compañeros.