Mujeres y niñas rescatadas durante la última semana del control de los genocidas de Boko Haram han relatado el horror sufrido durante su cautiverio, muchas veces iniciado tras presenciar la ejecución de los niños y hombres. Otras muchas han perecido de hambre o por enfermedades en los bosques de Sambisa donde eran retenidas.
Unas 275 mujeres y niñas llegaron el sábado por la tarde al campamento, muchas de ellas con vendajes en extremidades o cabeza. En el campamento han recibido alimento y atención médica.
Durante el cautiverio, las mujeres sufrieron hambre y enfermedades graves. “Todos los días moría una de nosotras y solamente esperábamos a que nos llegara el turno”, ha afirmado una de ellas. Otra liberada ha relatado que su marido y su hijo mayor fueron asesinados delante de ella y después fue llevada junto a sus otros ocho hijos al bosque, donde pasaron casi dos semanas sin apenas comer.
Amnistía Internacional estima que los asesinos de Boko Haram ha secuestrado a 2.000 mujeres y niñas desde principios de 2014, muchas de ellas utilizadas como cocineras, esclavas sexuales o escudos humanos. Entre los casos más llamativos está el de las 200 colegialas secuestradas en un instituto internado de Chibok apresadas hace ya un año. Sin embargo, parece que ellas no están entre las últimas liberadas.