El arzobispo de Granada no tenía intención alguna de colaborar con la Justicia para que los curas de su diócesis acusados de pederastia fuesen condenados por ello. Eso es lo que opina una de las víctimas, el padre Daniel, tal y como indica en una carta abierta en la que explica su caso.
De esta manera contestan la afirmación de este arzobispo, de nombre Javier Martínez-al que el Papa no ha cesado aún- de que ha colaborado en todo momento tanto con la víctima como con la investigación. “Es radicalmente falso que el señor arzobispo de Granada animara al denunciante a interponer denuncia alguna ante los tribunales civiles”, dice el padre Daniel.
“Es doloroso hasta el extremo para las víctimas, ver como a día 1 de junio de este año (hoy), 7 de los 10 sacerdotes que fueron imputados por abusos, siguen ejerciendo el sacerdocio y tratando con menores e inocentes en sus centros parroquiales, sin que desde el arzobispado de Granada, se manifieste nadie, ni se apoye a las víctimas de estos sujetos que un día destrozaron la infancia a niños inocentes”, dice la carta.
El pasado 26 de noviembre, vigoalminuto informaba de que monseñor Martínez mantenía en su puesto de profesor a Sergio Q.M., quien había sido detenido junto a otros tres curas sospechosos de abusos sexuales a menores, pese a que desde hacía 3 meses el arzobispo conocía la supuesta implicación de este ‘profesor’ en el conocido como ‘Caso Romanones’.
A ello hay que añadir, algo que también denuncia el padre Daniel: hasta el 5 ocasiones el Arzobispado ha puesto distintas excusas ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, que entiende de este asunto, para entregar en el mismo la documentación que se solicitaba y, como se ha hecho público, sólo lo ha hecho tras ser forzado a ello por la Santa Sede.