Si estuviese viva, este lunes, Marilyn Monroe, que en realidad se llamaba Norma Jean Baker, habría cumplido 89 años. Nacida en Los Ángeles el 1 de junio de 1926, tras una infancia terrible- en la que pasó por varios hogares y fue violada a los 12 años de edad- en 1945, empezó a trabajar como modelo, desde donde llegaría Hollywood con el nombre artístico de Marilyn Monroe. Desde finales de la década de 1940, apareció en muchos pequeños papeles, gracias a un contrato con Twentieth Century-Fox; durante esa etapa se destacan sus participaciones en The Asphalt Jungle (1950) y All About Eve (1950).
En 1952 logró su primer papel protagonista en Don’t Bother to Knock, iniciando una carrera que la llevaría a ser considerada como uno de los iconos cinematográficos de la historia, con títulos como Gentlemen Prefer Blondes (1953), How to Marry a Millionaire (1953) y The Seven Year Itch (1955).
Tras matricularse en el Actor’s Studio, fue alabada por la crítica por su labor en Bus Stop (1956) y tres años más tarde, por su papel en la película de Billy Wilder Some Like it Hot fue reconocida con un Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical. En sus últimos años actúo en películas como Let’s Make Love (1960) y The Misfits (1960).
En 1999 la revista Playboy le dio el titulo de “#1 Sex Star” del siglo XX y People la nombró “La mujer más sensual del siglo” ese mismo año. Marilyn es la actriz de cine de las que más se ha escrito en la literatura, más de 600 libros.
Sin embargo su vida privada poco tuvo que ver con el glamour, el reconocimiento y la fama: se casó tres veces, con el dramaturgo Arthur Miller, la estrella de los Yankees, Joe DiMaggio y el escritor James Dougherty y tuvo una lista interminable de relaciones, entre otros hombres con el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy. Sufrió de constantes episodios de depresión y se hizo adicta a los barbitúricos.
El 5 de agosto de 1952, a los 36 años de edad, Marilyn apareció muerta en su casa de Los Ángeles en circunstancias que nunca han sido aclaradas. Según el jefe del departamento policial de Los Ángeles, Jack Clemmons, el primero en llegar a la casa de la actriz, la escena de la muerte parecía arreglada, las sabanas cambiadas y limpias y el cuerpo había sido movido. Clemmons no dejó de notar que a esa hora, la señora Murray, la asistenta de Monroe, estaba lavando ropa, lo que le causó gran sorpresa. Las livideces cadavéricas no coincidían con la postura por demás antinatural en que encontró el cuerpo la policía. La autopsia reflejó que había fallecido por una sobredosis de barbitúricos.