Los abogados de las víctimas del accidente del tren Alvia en Angrois, en julio de 2013, centrarán su estrategia este miércoles en tratar de demostrar que el informe del ingeniero de telecomunicaciones es “demoledor” al respecto de las causas y sobre cómo se pudo evitar el siniestro en el que murieron 80 personas.
Los letrados creen que está claro que, además del maquinista- que se distrajo al atender una llamada telefónica, lo que le llevó a tomar la curva de A Grandeira a 179 kilómetros por hora- hay responsabilidad de ADIF en el accidente.
Este miércoles están llamados a declarar por el segundo juez instructor, Andrés Lago Louro, los tres peritos judiciales nombrados en la causa: un ingeniero industrial, José Manuel Lamela (a las 9 y media de la mañana); uno de caminos, José Carlos Carballeira (a las 11 y media) y el de telecomunicaciones, César Mariñas (a la 1 y media de la tarde).
Mariñas indica en su informe que si el ‘ERTMS’ estuviese instalado y activo como estaba previsto en el proyecto inicial de la línea Ourense-Santiago, el accidente del Alvia “no se hubiera producido”.
Este ingeniero concluye que la modificación del proyecto original de la línea “supuso el cambio de aspectos fundamentales del proyecto original, lo cual dio como resultado una variación significativa de los diseños originales en relación con la señalización, control y sistemas de protección de trenes”.
Algunos de estos cambios “afectaron de forma determinante las causas y circunstancias del accidente”. A este respecto, establece que “de haberse desplegado la infraestructura ERTMS de vía necesaria para poder operar bajo supervisión completa del ETCS nivel 1 -el que va embarcado en el tren para conectar con la vía- hasta la misma estación de Santiago, tal y como estaba previsto en el proyecto original, y operando por tanto en este modo, el accidente no se hubiera producido”.