El legendario actor británico murió en un hospital de Londres el pasado domingo después de sufrir problemas respiratorios e insuficiencia cardiaca, según informa el diario británico The Telegraph. El intérprete, de 93 años, 67 de los cuales los dedicó a su profesión, murió en el hosptial de Westminster, en Londres, el pasado domingo a las ocho y media de la mañana. Lee había ingresado en el centro tres semanas antes tras sufrir problemas respiratorios e insuficiencia cardiaca.
Su talento y su poderoso físico, con casi 2 metros de estatura lo hicieron perfecto para papeles como Conde Drácula, Saruman en la saga de El señor de los anillos y El Hobbit o el Conde Dooku en la saga Star Wars, algunos de los que integraron su dilatada trayectoria durante la que realizó casi trecientos trabajos como actor.
Dijo en varias ocasiones que su intención no era retirarse, sino morir con las botas puestas. Y a buen seguro que lo hizo. Lee estaba ya inmerso en la preparación del rodaje de ‘The 11th’, un drama coral co-protagonizada por Uma Thurman situado en las horas previas al ataque a las Torres Gemelas, una cinta que iba a comenzar a rodar en que noviembre.