Más de 400 personas han muero y 8.000 están heridas de distinta gravedad como consecuencia del terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que sacudió esta madrugada Qinghai, provincia situada en el noroeste de China. Portavoces del gobierno de aquel país han dado a conocer estos datos e informaron que el número de víctimas será aún mayor ya que no sólo las casas están construidas muy en precario, en su mayoría son de madera y adobe, sino porque en el momento del temblor la mayoría de los habitantes de la región estaban durmiendo.
El terremoto ha cortado las comunicaciones, dañado carreteras y el aeropuerto de Jiegu, ciudad de unos 100.000 habitantes situada a 50 kilómetros del lugar donde se ha localizado el epicentro del seísmo y afectado a la línea férrea que une Qinghai y Tíbet .