Los bomberos tuvieron que forzar la puerta para poder entrar en la casa, semiabandonada, para apagar el fuego. Cuando llegaron, cerca de las 18:30 horas, se encontraron ardiendo el interior de la vivienda a causa de varios trozos de colchón que habían sido prendidos y esparcidos por el pasillo y las habitaciones de la casa.
Sucedió en Ramón Nieto y, cuando los bomberos consiguieron entrar, vieron cómo un hombre huyó corriendo por la parte de atrás de la vivienda, sin que se le pudiera dar alcance. Los vecinos pudieron salir por su propio pie de casa y no hizo falta desalojar el edificio. El inmueble ya no disponía de agua ni de suministro eléctrico.