El lunes, día 24, empiezan a ‘cerrarse’ el Nicolás Peña y el Xeral. Ese día se ingresará al primer paciente en el nuevo hospital-será un enfermo de psiquiatría- del Nicolás Peña, que se sumará a otros 41 personas que ya ocuparán las primeras camas del Álvaro Cunqueiro y que harán que el hospital empiece a funcionar ya las 24 horas del día.
El martes, 25, se internará a enfermos de oncología y hematología, el miércoles, 26, los de digestivo, el jueves, 27, los de neurología y cardiología y el viernes los de medicina interna, en total, según las estimaciones del gerente del Área Sanitaria de Vigo, 200 personas. Para garantizar su atención, el mismo lunes empezará a funcionar la UCI, con 30 camas disponibles en total.
Los traslados, como indicó Félix Rubial, se hará en 14 ambulancias -10 asistenciales y 4 UVIs móviles- se iniciarán a las 10 de la mañana y la 1 y media de la tarde, “de manera que los pacientes puedan comer ya en el Álvaro Cunqueiro”, y a partir de las 2 y media de la tarde, por el mismo motivo, que los enfermos que estén en el Nicolás Peña, Meixoeiro y Xeral, vayan al Álvaro Cunqueiro tras comer en estos centros.
La previsión de los responsables del Servizo Galego de Saúde (Sergas), es que haya una ambulancia cada 5 minutos y que hagan el traslado, de cada paciente, en 45 minutos, “desde la habitación en la que estén internados, a la nueva del Álvaro Cunqueiro”.
En el caso de los enfermos del Xeral, las ambulancias irán por la Avenida de Madrid y la Autovía- la A-55- hasta el nuevo hospital, mientras que los del Nicolás Peña lo harán por la Avenida de Castrelos.
El responsable de cada paciente será el personal de enfermería que vaya en cada ambulancia- acompañado por el conductor y un auxiliar– excepto en aquellos casos en los que, “por prescripción médica”, los enfermos deban de ir acompañados de un médico. La única excepción al traslado en ambulancias individuales de cada paciente- que podrá ir acompañado de un familiar– serán los enfermos de psiquiatría, que llegarán al Álvaro Cunqueiro en “ambulancias colectivas, porque así lo han recomendado los médicos”.
El doctor Rubial, que este viernes en rueda de prensa explicó, acompañado por el director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas, el doctor Ramón Ares, cuál será el procedimiento para acometer este traslado, calificó de “pequeños incidentes” las denuncias sobre las deficiencias del nuevo hospital señaladas por los propios trabajadores, afirmando que son algo “normal” en un hospital de 285.000 metros cuadrados, más de 12.000 puertas o más de 100 kilómetros de tuberías.
El gerente del Área Sanitaria de Vigo subrayó que “ninguna de estas deficiencias” ha influido en los planes de traslado y enfatizó que si hubiese cualquier problema que pudiese poner en peligro la integridad de los pacientes “el proceso de traslado se abortaría, porque la prioridad del mismo es la seguridad”.
Rubial-que ya en su día fue el responsable del traslado del Hospital Xeral de Lugo al nuevo HULA- recalcó que aunque todo este proceso se ha hecho en clave local, “no hay precedentes en toda España de un traslado tan complejo”, comprometiéndose a solventar todas las deficiencias que se presenten “ahora y en el futuro”.
En relación con el precio del parking y la posibilidad de que el mismo se rebaje para los enfermos crónicos, el director xeral de Asistencia Sanitaria adelantó que la semana que viene empezarán los contactos con asociaciones de pacientes, aunque no quiso concretar la oferta que hará el Servizo Galego de Saúde o qué soluciones podría proponer para evitar el elevadísimo coste que supone para ellos usar el aparcamiento privado del nuevo hospital.