El paciente de nefrología, que fue ingresado este viernes por la mañana en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del nuevo hospital de Vigo, ha sido trasladado, “por precaución”, a la UCI del Xeral, a donde ha llegado pasadas las 7 y media de la tarde, según ha podido confirmar esta redacción.
Este mismo viernes, alrededor de la 1 de la tarde, hace apenas 7 horas, el gerente del Área Sanitaria de Vigo afirmó que la UCI del Álvaro Cunqueiro funcionaba con normalidad y, a preguntas de esta redacción sobre si tenía constancia de su ingreso en cuidados intensivos-pese a ser el primer enfermo que era llevado allí- contestó: “es muy posible que sea así y en este caso significaría que la UCI funciona”.
Además de ello, personal médico-sanitario de la planta de Cardiología del nuevo hospital denuncia que en la misma, este jueves, en los turnos de mañana y de tarde, no había un solo desfibrilador y también que carecía de medicación básica; “si hubiésemos tenido un infarto no habríamos podido atenerlo porque no había ni nitroglicerina ni bombas de perfusión para administrarla”, y “si uno de los pacientes llega a fibrilar esa tarde, se hubiese muerto, puesto que el desfibrilador llegó casi a las 11 de la noche”.
Asimismo afirma que carecían de “electrocardiógrafo” y que tuvieron que montar un carro de parada “con las cuatro cosas que llevamos”, hasta que consiguieron uno a última hora de la tarde.
Para toda la planta- habilitada para 46 pacientes a donde “han trasladado a aquellos que no podían ser dados de alta”- había de guardia 2 enfermeras y una auxiliar, que fueron las que llevaron la “escasa medicación de la que disponíamos”, además, “el equipo de auxiliares no disponía de carros para montar la ropa de camas y hacer las habitaciones”.
La cena, “fría, inadecuada y escasa” se llevó a los pacientes poco antes de las 11 de la noche, “sin agua ni vasos, porque la concesionaria (del catering) no pone ninguna de las dos y hay que cogerla del grifo o ir a comprar una botella a la máquina o a la cafetería”.