Hace varios meses, el presidente del Gobierno de Galicia aseguró que con la apertura del Hospital Álvaro Cunqueiro se acabarían las horas de espera de los pacientes de Urgencias– una apreciación que repitió su vicepresidente, Alfonso Rueda.
La realidad es que no es así. Al caos de la semana pasada, se ha sumado, este mismo viernes, la avería de los dos únicos Tacs que funcionan en el nuevo hospital, lo que obligó a mandar a enfermos que estaban en Urgencias al Meixoeiro…y a la clínica privada Povisa que, por cierto, es el único centro médico que hay ya en el casco urbano de Vigo.
Ambas máquinas estuvieron sin funcionar durante toda la madrugada y la mañana de ayer, hasta que pudo repararse una de ellas, alrededor de la 1 y media de la tarde-más de 12 horas después-, mientras la otra no estuvo operativa hasta bien entrada la tarde, según asegura el personal de este servicio.
Los retrasos en la realización de las pruebas de radiología– con uno de los Tac que se estropea “casi a diario” y con la obligación de hacer las resonancias en un camión aparcado en el exterior del Cunqueiro, sumado a la falta de coordinación, “nulos protocolos de actuación, una dirección inexistente y escasez, cuando no falta de material directamente”, hace que los profesionales tengan que multiplicarse para atender a los pacientes y que, “sin ser culpables de esta situación, que es infinitamente peor que la que vivíamos en las Urgencias de Xeral y Meixoeiro, tengamos que ser los destinatarios de los enfados, más que justificados, de los enfermos…y eso que no ha empezado la temporada de la gripe”.