Los diez países más afectados por la llegada de refugiados a Europa a través de la ‘Ruta de los Balcanes Occidentales’ se reúnen de urgencia este domingo en Bruselas para intentar acordar medidas inmediatas que pongan fin a las “respuestas unilaterales y descoordinadas aplicadas hasta ahora” endureciendo la política de acogida a los refugiados.
El presidente de la Comisión Europea, el ultraconservador Jean-Claude Juncker, convocó esta reunión extraordinaria ante el agravamiento de la situación en Eslovenia, que llegó a sacar al Ejercito a la calle para contener la entrada de personas en su territorio. Esta tarde, la UE pondrá sobre la mesa una declaración en la que propone iniciativas como el despliegue de 400 policías de fronteras en Eslovenia, más controles en los límites de Croacia y el registro de refugiados que lleguen desde Grecia a Macedonia y Albania. El objetivo es diferenciar entre refugiados políticos e inmigrantes de otro tipo. Otra medida es la de agilizar las repatriaciones de inmigrantes llegados de Afganistán y Pakistán.
El Ejecutivo comunitario también pedirá expresamente a los países que “se abstengan de facilitar” el avance de estas personas, llegadas en su mayoría desde Turquía con la intención de acceder a Alemania, hacia otros Estados de la región sin el acuerdo de éstos. “El flujo sin precedentes de refugiados e inmigrantes a través de la ruta de los Balcanes Occidentales es un reto que no se resolverá mediante acciones nacionales”, señala el borrador de la declaración, que apunta también que los estados vecinos “deberían trabajar juntos, no unos contra otros”.