El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que en los últimos años se ha hecho tristemente conocido por asegurar que “el aborto es un holocausto silencioso”, por enfatizar que debería prohibirse abortar incluso en caso de violación, por afirmar que no puede negarse la resurrección de Cristo “ni como hecho histórico ni como hecho físico” o relacionar los males de la sociedad con el “arrinconamiento de la asignatura de religión” aunque nunca ha levantado su voz contra los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, vez ha asegurado que los resultados de las Elecciones Generales de este domingo reflejan “una sociedad enferma”.
Esta posición de la Iglesia, que recibe de los Presupuestos Generales del Estado cientos de millones de euros, está exenta del pago de la práctica totalidad de impuestos, mientras dedica apenas un 2% a entidades como Cáritas, ve subvencionados casi al 100% sus colegios, hospitales o el arreglo de los templos y centros de culto, no es nueva.
Hace unos días el párroco de de Tortoreos y Liñares, en As Neves, Sergio González,pidió a sus feligreses,en medio de la misa, que votasen solo a aquellos partidos que fuesen católicos-es decir, PP y Ciudadanos-, algo que, también en mitad del oficio, fue contestado por uno de los asistentes que le recordó que su labor debía limitarse al ámbito pastoral, a lo que el sacerdote respondió invitando a quienes no estuviesen de acuerdo con sus palabras a salir de la iglesia.
Ahora el obispo Munilla reitera casi la misma posición al afirmar que sería “fácil” que partidos como PP, PSOE y Ciudadanos se pusiesen de acuerdo en lo que se refiere a consensuar ideológicamente sus programas pues, según ha precisado, “por desgracia, los partidos cada vez piensan más parecido al ir respondiendo todos a una ideología única, la ideología de género y otras ideologías liberales”.