La popular Celia Villalobos, que sigue siendo vicepresidenta del Congreso de los Diputados,a la que pudo verse gritando a su chófer Manolo en plena calle, con expresiones como “¡Vamos, Manolo, coño!” o “No son más tontos porque no entrenan”, o”¡¡¡Vamos joder!!” ha declarado este viernes que la decisión de los miembros de la Mesa del Congreso pertienientes a Podemos y Ciudadanos de renunciar al coche oficial no es más que un “excesivo postureo”.
Villalobos no ha aclarado si es también es “postureo” jugar al Candy Crash mientras se preside una sesión de la Cámara-como se le ha visto hacer a ella- dormirse en el escaño al precio de 7.565 € al mes en 14 mensualidades, que es lo que cobra esta señora -105.900 € anuales, unos 30.000 más que el presidente del Gobierno.
La diputada Villalobos, que lleva en el Congreso desde 1986-hará este 2016 ni más ni menos que 30 años, ha dicho que el coche oficial es solo “un instrumento más de trabajo”, añadiendo que la renuncia de Podemos y Ciudadanos es un “problema” ya que no se sabe aún qué hacer con los conductores, dejando entrever que el Congreso podría decidir no contratar a más a medida que se jubilen.