Al final, solo el capitán del Prestige pagará, casi 15 años después, por la mayor tragedia medioambiental de la historia de Europa. El Tribunal Supremo ha condenado a dos años de prisión y una multa de 10 € diarios durante 12 meses a Apostolos Mangouras, de 81 años, por un delito imprudente contra el medio ambiente en su “modalidad agravada de deterioro catastrófico” derivado del vertido de más de 63.000 toneladas de petróleo en las costas de Galicia.
El Supremo, en contra de lo que había decidido la Audiencia Provincial de A Coruña, contempla la posibilidad de exigir responsabilidad civil directa de las aseguradoras, que asciende a cientos de millones de euros.
Pese a que quedaron en evidencia las decisiones erróneas de los responsables públicos y las instrucciones políticas para evitar responder por los hechos, nunca hubo dimisiones ni se exigió a ninguno de ellos que afrontasen responsabilidades penales. De hecho, quienes ocupaban puestos clave el 19 de noviembre de 2002, siguieron con sus carreras políticas y ocupando cargos de importancia: el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Pesca, Arias Cañete, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas o el delegado del Gobierno en Galicia, Fernández de Mesa.