Llegó a trabajar como cada día a las 04 horas a la panadería de la que es copropietario en la calle Zamora y, cuando entró por una puerta lateral, escuchó la voz de alarma de un empleado que había visto a un hombre saliendo del local con la caja registradora bajo el brazo. Entre ellos y un tercer compañero consiguieron dar alcance al ladrón, de 43 años, e inmovilizarlo hasta que llegó la policía local. Los hombres tenían al detenido en el suelo, aunque no había soltado la registradora con unos 100 euros en efectivo en el interior.
El detenido ni portaba documentación ni tiene domicilio conocido.