Partido abierto, vistoso, con un gran ritmo, en el que el Celta disfrutó de mayor posesión, pero que acabó en empate 1-1 ante el acierto del Espanyol. Los vigueses siguen sumando, en este caso en un campo hostil, y avanzando hacia su objetivo.
Tras un arranque plácido para los celestes, que acapararon la posesión de balón, una pérdida en la frontal propició un mano a mano de Abraham que salvó Sergio. El partido fue adquiriendo ritmo, con el Celta dominador y un Espanyol que esperaba robar para lanzar alguna contra.
La ambición y el dominio propiciaron que los vigueses se adelantasen en el marcador con un buen centro de Orellana que Iago Aspas remató a la red de manera espectacular.
En la segunda mitad se mantuvo desde el inicio un ritmo elevadísimo, con ida y vuelta y una gran vistosidad. El Celta siguió dominando con claridad, manteniendo la posesión y tratando de generar peligro, tarea complicada ante un rival que jamás se descuidaba atrás.
El partido entró en el tramo final totalmente abierto, con ida y vuelta y todas las posibilidades abiertas.