No sólo se trata de tener trabajo, sino de que sea un trabajo digno y de calidad. La lucha contra la pobreza social y salarial ha sido uno de los ejes centrales de las tres manifestaciones sindicales convocadas en este Primero de Mayo en Vigo, a las que acudieron un año más miles de vigueses para reivindicar la lucha contra la precariedad laboral, las continuas reformas o la pérdida de derechos.
Un año más la desunión sindical volvió palaparse en las calles y en Vigo se celebraron hasta 3 manifestaciones diferentes, aunque los recorridos fueron similares.
La primera marcha en salir fue la convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) sobre las 11:00 horas desde la Plaza Fernando del Católico. Con la pancarta “Pan, traballo e teito” cientos de vigueses acompañaron a la CUT en su reivindicación del trabajador “como activo más importante de la sociedad”, ya que “somos los que creamos riqueza”.
“El PP en estos últimos cuatro años de crisis le dio la vuelta a este país como un calcetín pretendiendo acabar con el modelo social. Hay menos trabajo, tenemos una cifra de paro indecente y hay casi dos millones de familias que no tienen ningún tipo de ingreso y no pueden crear un proyecto decente de vida. Por eso pedimos contra la pobreza social y salarial, porque hoy tener trabajo no significa salir de la pobreza ni tener un modo de vida digno“, explicaba su portavoz, quien pidió que “los problemas que tienen las personas por la falta de empleo non se a el discurso sino la preocupación de la clase política”.
La reivindicación de la lucha contra la pobreza social y la recuperación de trabajo y derechos fue el eje central de la manifestación conjunta de Comisiones Obreras y UGT, que salía del cruce de Vía Norte con Urzáiz.
Desde estas centrales sindicales se quiso hacer un llamamiento a trabajadores y sociedad en general a que todas sus protestas sean trasladadas a las urnas en las próximas elecciones generales para acabar “con las políticas de recortes” que han convertido a la clase trabajadora en un colectivo “de gente pobre”.
La CIG salía del cruce de Urzáiz con la Doblada con cinco grandes temas sobre los que reflexionar y posicionarse en este Primero de Mayo. Las continuas reformas laborales y sus consecuencias en materia de “contratación, prestaciones por desempleo, modificación de condiciones de trabajo o negociación colectiva”, así como la pérdida de derechos, fue uno de los ejes de una manifestación que contó con la presencia de numerosos colectivos de trabajadores de empresas que en este momento se encuentran en conflicto, como Frigolouro o Unísono.
Sin embargo, Suso Seixo quiso acordarse en su discurso también de la Ley Mordaza, una ley “que no respeta el principio de presunción de inocencia y recorta gravemente derechos como el de manifestación, expresión o información”; de las políticas “antisociales y antidemocráticas” de la Unión Europea en materia de refugiados; de la petición de “plena soberanía política y económica” de Galicia para mirar hacia el futuro; y de la necesidad de “cambiar el modelo económico social y capitalista” actual, que fomenta la “insolidaridad, la desigualdad social, la incultura, el feminicidio o la opresión de los pueblos”, entre otras cosas.