Un incendio “muy complicado” que se propagó con “muchísima rapidez”. Así fue el fuego que arrasó ayer la fábrica de Fandicosta en Domaio, ahora ya bajo control pero con algunos focos aún activos bajo los escombros de la estructura metálica de la nave que se derrumbó.
El gerente del Consorcio Provincial de Bomberos de Pontevedra, Roberto Jorge, aseguró que el incendio se propagó con rapidez a causa del viento del sur y de los materiales de la propia estructura de las naves. “El falso techo fue el principal motivo de propagación y el que hizo que el fuego fuera de nave en nave, fue como una autopista para las llamas“, aseguró.
El fuego se inició en la fachada que da al mar y, aunque en un principio los 35 bomberos que se desplazaron a la zona, intentaron detener el incendio desde el interior de la nave, la caída de cascotes del propio falso techo los obligó a afrontarlo desde el exterior. “El fuego avanzaba más rápido de lo que lo podíamos contener”, recordó Juan Jesús Mariño, sargento del parque de bomberos de O Morrazo, quien explicó que crearon un cortafuego y cerraron las válvulas de las tuberías que perdían líquido.
La quema del amoniaco creó además una nube tóxica que giro hacia el interior de la ría y obligó a activar el protocolo de emergencia. Tras las mediciones en la carretera se vio que la nube estaba alta, no generaba peligro, pero se dio aviso de confinamiento a la población para que cerraran puertas y ventanas y no saliera de casa.
El problema llegó cuando empezó a llover. “Esa nube tóxica comenzó a caer a cota cero y nos vimos nosotros afectados. Tuvimos que desplazar 200 metros el cordón de la Guardia Civil y usar equipos de respiración para no intoxicarnos“, recordó el sargento. Efectivos del consorcio provincial de bomberos de los parques de Ribadumia, Morrazo, Baixo Miño y Bueu y de los municipales de O Porriño y Vigo tuvieron que emplear siete autobombas y la unidad química del parque porriñés, por el riesgo de que el fuego alcanzara los tanques de amoniaco o los depósitos de oxígeno y nitrógeno líquido.
La Xunta ya ha desactivado el Plan Territorial de Emergencias de Galicia (Platerga) y el de contaminación marina.