Parece que no hay nada que España pueda hacer para intentar convencer al público de Eurovisión de que son los mejores. Ni una canción por primera vez íntegra en inglés, ni una puesta en escena moderna, una canción pegadiza, una buena voz, energía… fueron suficientes para pasar del puesto 22 de 26. El ‘Say yay’ de la cantante madrileña Barei se llevó tan sólo 77 votos.
Entre los votos de los países participantes, 8 puntos de Moldavia, 7 de Noruega y 12 de Italia, el resto conteo menudo. Con la ronda de votaciones del televoto la cosa no mejoró: solamente 10 puntos. Habrá que seguir intentándolo.
La canción protesta, ganadora
Aunque para España no hubo sorpresas, Eurovisión 2016 fue la edición de lo inesperado. Cuando Australia, que participaba por primera vez como país invitado a pesar de no ser europeo por su gran afición al festival, y Rusia, uno de los favoritos, parecía que se iban a llevar el gato al agua, el televoto permitió a Ucrania adelantarlos y llevarse el festival con 534 puntos.
La ganaroda es Susana Jamaladinova, que se coló en la final de Eurovisión tras pasar por la segunda semifinal, celebrada dos días antes. Y lo hacía con una canción protesta, algo que normalmente el festival no permite: un canto a las deportaciones de tártaros crimeos durante el estalinismo, con versos en tártaro y una puesta en escena con realización teatral. Es la segunda vez que Ucrania gana el festival en los 12 años que lleva participando.
Por la cola, la lista de clasificados está formada por Croacia (con 73 puntos), Reino Unido (62), República Checa (41) y Alemania, última de la cola con solamente 11 puntos.