El fuego, el peor enemigo del crucero

Z.ALONSO vigoalminuto.com/ GRAND VOYAGER  .- Ni inundaciones ni nada. Si a algo le teme la tripulación, que al fin y al cabo es la experta, es al fuego. Tirar una colilla por la borda puede causar un estropicio al ser llevado por el viento dentro del barco. Por eso, cada vez que te subes a un crucero es obligatorio participar en el simulacro de evacuación. No creas que te puedes librar: si te quedas en el camarote o en la cubierta en la piscina, te ponen un chaleco y a buscar tu punto de reunión.

Primer paso: no tener vergüenza. En cuanto suenan los siete pitidos, señal internacional de alarma, con un chaleco naranja enorme colgado del cuello tienes que acudir a la cubierta 5 a junto el personal del trsatlántico que te guiará hasta los botes salvavidas. Ordenados por sectores, lo principal es esperar a reunir a todos los miembros del grupo para no dejarse a nadie atrás.

A partir de ahí una demostración de cómo se pone el salvavidas al más puro estilo azafata de vuelo y a formar en fila india para conseguir llegar a los 8 botes salvavidas y 28 lanchas inchables distribuidas por todo el barco. En filas de cuatro personas, poco a poco los pasajeros van subiendo para salir de un ‘Grand Voyager’ supuestamente en llamas. Por suerte, en esta ocasión la historia acabó con aplausos y devolviendo los chalecos gustosamente al armario de tu camarote.