Empiezan a encajar las piezas del puzzle para averiguar qué pasó en el avión de EgyptAir antes de que se estrellara en el Mediterráneo con 66 personas a bordo. La Agencia de Investigación para la Seguridad de la Aviación francesa ha confirmado que saltó una alarma por humo tres minutos antes de que se interrumpieran las comunicaciones y el avión se precipitara al mar. Ese humo provendría de los sistemas electrónicos.
Según las autoridades, el aparato se cayó al agua efectuando dos giros bruscos después de desaparecer de los radares y de perder altitud a gran velocidad. Mientras avanza la investigación no se descarta ninguna hipótesis, ni la de un fallo técnico ni la de un atentado tanto externo con el envío de un misil como interno con una bomba a bordo.
Por su parte, las labores de búsqueda de los restos del avión ya han dado sus frutos. Este viernes se hallaban los primeros asientos, restos humanos y restos del equipaje a 295 kilómetros al norte de la costa de Alejandría. En este momento el perímetro de búsqueda se ha fijado a lo largo de 64 kilómetros, unos 13.000 kilómetros cuadrados, que se irán aumentando progresivamente.