Grecia ha comenzado la evacuación de las más de 8.000 personas que se encuentran en el campo de refugiados de Idomeni, en la frontera con Macedonia. Poco después de la medianoche, cerca de 1.400 agentes de policía se desplegaban para comenzar el traslado en autobús de los refugiados a centros de acogida distribuidos por todo el país.
La evacuación ha comenzado en los puntos del campamento más cercanos a la carretera y continuarán en dirección hacia la frontera en un proceso que podría llevar hasta diez días. Aunque la orden dada a las fuerzas de seguridad es que este desalojo se produzca con calma, se ha prohibido el acceso al campamento a los periodistas y a los voluntarios de las ONG, evitando así a testigos de posibles momentos de tensión, como los que se han vivido en las últimas semanas.
Los refugiados ya habían sido avisados en los últimos días de que se iba a desalojar la zona y de que debían de tener todo listo para irse, en un principio a centros de acogida situados en los alrededores de Tesalónica y Atenas. En principio la evacuación se está desarrollando con total calma y normalidad, según las autoridades griegas.