Esta vez no hubo feeeling. El saludo entre el presidente de la Xunta, que tras los incidentes del viernes estuvo protegido por varias unidades antidisturbios de la Policía Nacional, y el alcalde fue igual de gélido que el que Caballero cruzó con la presidenta de la Autoridad Portuaria. Feijóo, que estaba esta vez en Vigo para entregar las medallas de Oro y Plata del Puerto que este año recayeron en Ramiro Gordejuela, a título póstumo, e Inés González, respectivamente, se ciñó al guión y tras entregar los galardones incidió en la necesidad de crear riqueza y empleo.
“La recuperación de las cifras de actividad del Puerto de Vigo permiten soñar con un futuro esperanzador”, dijo el presidente quien recalcó la necesidad de aprovechar el potencial de la terminal viguesa “para poner al servicio de Galicia y de los gallegos “más empleo y un futuro económico mejor”. El relación con ello subrayó que en el mismo trabajan más de 10.000 personas y de aquí “salen el 45% de las exportaciones de la comunidad”. Por ello, destacó “la puerta para salir de la crisis en Galicia está aquí”.
Corina Porro fue más directa y tras señalar la importancia que tienen los planes de modernización del Puerto para que esté en la mejor situación para superar la recesión económica, delante del alcalde indicó, en tono firme, que los mismos se topan con “trabas incomprensibles” y pidió que “todos, absolutamente todos rememos en la misma dirección”.