Nunca les había pasado nada igual. Su hija de 6 años es diabética y tiene que llevar siempre con ella una mochila con un medidor de glucosa, galletas, yogures bebibles y azúcar para evitar cualquier descompensación, pero ayer intentar ir al cine en Vigo se convirtió en misión imposible: no le dejaban pasar nada “porque manchaba”.
“Nos nos dejaron entrar en los cines de la Plaza Elíptica, Galicine, porque la niña lleva merienda en la mochila y podía manchar, de nada valió que le explicásemos que era diabética”, explica la madre de la niña, a quien llegaron a bloquearle el paso mientras se “enorgullecían de no dejar entrar con una botella de cristal a un discapacitado aunque lo necesitase, que traban a todos por igual sin excepción”.
Aunque explicaron la situación a los trabajadores y al encargado, la respuesta fue clara: si quería los yogures tenía que tomárselos antes de entrar al cine. “Les dijimos que no podía, que tenía que comerlos a sus horas, que lo que llevaba en la mochila tenía que ir con ella siempre. Y llegó el encargado, se cruzó de brazos delante de la entrada y nos dijo que podíamos pasar con el medidor, pero en el bolso personal de mi mujer y después de registrarlo”, explica Óscar Fernández.
No les dieron alternativa. Incluso cuando iba a empezar la película y Óscar propuso que su mujer pasara con las niñas mientras él discutía fuera las pegas fueron aumentando: lo que era en principio por los yogures, luego era también por las galletas, por el azúcar e incluso por la mochila que llevaba en sí. “El encargado me llegó a decir que podía pasar con un bolso personal con una pistola que no le importaba, pero con azúcar y galletas en una mochila no”, asegura.
En Galicia hay más de 30.000 niños que padecen diabetes y que se pueden encontrar ante esta situación “discriminatoria”, por eso Óscar y su mujer han entregado en el registro de la Xunta una reclamación por escrito y presentarán una denuncia ante el Valedor do Pobo.
“Es algo que nunca me había pasado en ningún otro cine. Incluso antes de detectarle la diabetes íbamos al cine con una mochila con su merienda, como casi todos los niños. Y he llegado a llevar una mochila con una cámara réflex, que se distingue bien y que entendería que no me dejaran pasar con ella, y nunca me han puesto pegas por ello”, reconoce.