La explosión de la plataforma petrolífera en el golfo de México empieza a dejar consecuencias en la costa sur de Estados Unidos. Ante el hecho de que el vertido de petróleo se está acercando a la costa y se prevé “un desastre natural sin precedentes”, los estados de Alabama, Florida y Luisiana han declarado estado de emergencia, aunque también Mississippi se encuentra en alerta.
A pesar de todos los esfuerzos que están realizando autoridades y Ejército para impedir el avance del petróleo, en Luisiana ya se han podido ver los primeros pájaros manchados de crudo. Y es que la fisura submarina que ha dejado la explosión en la que han desaparecido 11 de los 126 trabajadores de la plataforma escupe al mar unos 800.000 litros diarios de petróleo, cinco veces más de lo calculado en un principio.
La compañía British Petroleum (BP), la empresa que extraía el crudo en esta plataforma, se encargará de asumir los cerca de 2.500 millones de euros que costará la limpieza del vertido, además hacerse cargo de las tareas de contención y de compensar a los afectados por la mancha. Las primeras oleadas de petróleo ya han manchado los islotes exteriores del delta del Mississippi.