Vigo vuelve a ser la protagonista del Día del Trabajador, el 1 de mayo, al concentrar a miles de personas en sus calles en las manifestaciones centrales de Galicia. Hoy más que nunca el lema era la defensa de un empleo que “cada día parece que escasea más”. No en vano 200.600 gallegos están inscritos en el Servizo Galego de Colocación (29.000 de ellos en Vigo) a la espera de encontrar un trabajo en un país con una tasa de paro del 20 por ciento, la más alta de la historia.
Hasta tres manifestaciones distintas pasearon por las calles de Vigo, reuniendo a 2.000 personas según la policía y 20.000 según las centrales sindicales. Los primeros en salir a la calle han sido CUT y CGT que partían a las 11 horas de la plaza de Fernando el Católico. Apenas media hora más tarde, UGT y CCOO salían desde el cruce de Urzáiz con Vía Norte con las políticas de protección social como principal reclamación. Y es que sólo en Vigo 11.000 familias tienen a todos sus miembros en el paro y 42.000 a la mitad de ellos, muchos sin posibilidad de cobrar ninguna prestación económica.
Mientras, un año más por separado, la CIG arrancó poco después de las 12 horas una manifestación en la que participaron casi el doble de vigueses que en la de las otras centrales sindicales. A vueltas también con el trabajo estable y lemas como ‘Non á proposta de pacto social’ o ‘Que os ricos paguen a crise’, la manifestación salió del cruce de Urzáiz con la doblada.
Y las expectativas de futuro no son demasiado halagüeña en la provincia, donde se espera alcanzar entre el 20 y el 22 por ciento de parados antes de final de año. En Vigo, con unos 500 empleos destruidos cada mes, el naval y la automoción comienzan a repuntar, pero el sector servicios tira hacia abajo en las estadísticas. Los sindicatos piden una reforma en el sistema financiero que está taponando la salida de la crisis y que se deben tomar medidas para “acabar con esta sangría” reactivando la creación de empleo y dando unos mayores niveles de cobertura social.
Un fiel reflejo de esta situación son las constantes manifestaciones y concentraciones que se realizan en la ciudad, como las de los trabajadores de Alfageme, el naval, el CIP de Panxón o del hospital de Cruz Roja. La semana que viene se suman los estibadores.