La ministra de Educación Secundaria y para Adultos sueca, Aida Hadzialic, anunció hoy su dimisión tras haber dado positivo en un control de alcoholemia.
Hadzialic reveló en una comparecencia que hace días fue sometida a un control en Malmoe cuando volvía en coche de un concierto en Copenhague y que la prueba arrojó como resultado 0,2 miligramos de alcohol en sangre, la cantidad mínima que en Suecia se considera delito.