Unicef ha alertado de que desde enero de 2015 cerca de 500.000 niños inmigrantes y refugiados han recurrido a los servicios de traficantes de personas para conseguir llegar a Europa ya que “empujados por la desesperación y los retrasos en los procesos caen en manos de criminales dispuestos a beneficiarse de su vulnerabilidad”.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia ha recurrido a distintas fuentes, desde los testimonios de los propios menores hasta la Europol o Interpol y otras ONG. Y recuerda que desde enero de 2015 se han presentado más de 580.000 solicitudes de asilo por parte de niños en Europa.
También recuerda que cerca de 100.000 de estos niños no vienen acompañados y son un perfil “predispuesto” a usar este tipo de servicios y a “asumir riesgos”. Unicef estima que tanto el tráfico como la trata de personas generan unas ganancias de entre 5.000 y 6.000 millones de dólares al año.
Además, recuerda que los menores deben de pagar las deudas lo que pone un “riesgo todavía mayor de explotación por parte de los traficantes”. “Hay informes de niños no acompañados en Francia e Italia que se ven forzados a trabajar, a intercambiar servicios sexuales o coaccionados para cometer crímenes”, alertan.