Era el ser o no ser para Noia y así lo entendieron los jugadores de Filgueiras y Furelos desplegando en el primer cuarto un nivel de juego que sobrepasó a los vigueses. El acierto desde más allá de la línea de 6,25 mostrado en esos minutos hacía claro dominador al cuadro local. Mientras tanto, Marcos y Germán no encontraban la fórmula para parar la salida en tromba de los noieses ni romper su la ordenada defensa. Los problemas para el cuadro vigués crecían cuando Pereira tomaba camino de los vestuarios sin haber entrado en el partido, lesionado en su gemelo durante el calentamiento.
Esto llevaba el parcial del primer cuarto a un 22 a 9 claramente favorable para el único equipo en el campo hasta ese momento. En el segundo cuarto ya pudimos ver a un Vigo mucho mas metido, entrando en el partido con más ritmo y ajustando mejor la defensa sobre los hombres de Noia. Esto propició que paulatinamente se acortasen las diferencias hasta el 34 a 23 del descanso. Un nuevo inicio fuerte de Noia parecía romper definitivamente el encuentro, pero Vigo no dio su brazo a torcer y haciéndose dueño del rebote defensivo volvió a recortar las diferencias hasta colocarse a cinco puntos 44 a 39. Había partido.
Noia sufría más, pagando el esfuerzo en defensa realizado y lo corto de sus rotaciones aprovechándose el cuadro vigués de ello. El último cuarto fue creciendo en temperatura, estaba claro que ahora ya nadie quería perder este encuentro. Los locales porque era casi el pasaporte a la fase y los visitantes para demostrar el porqué de su primer puesto. El partido se convirtió en una dura pugna, tanto física como verbal, donde Noia era mucho más vehemente haciendo valer la experiencia y veteranía ante la pareja arbitral de algunos de sus hombres más notables. Vigo quiso jugar a lo mismo pero aun no están preparados para hacerlo y Noia consiguió en los instantes finales una renta entre 8 y 10 puntos que manejaron hasta el final del partido.
En definitiva, partido muy duro, con tintes de ser uno de los duelos de la fase, pero que a pesar de la derrota dejó una buena sensación en la expedición viguesa por el talante con que disputó el encuentro, alejando cualquier duda sobre si se iban a relajar en este tramo final y contando con la buena aportación de jugadores menos habituales como Aaron Bueno y Pablo F. Sepulveda. Sólo hay que lamentar la baja de Pereira que será sometido hoy a las pruebas pertinentes para saber el alcance de su lesión. Deseamos una rápida y correcta recuperación del alero vigués pieza clave en el engranaje del conjunto olívico en esta temporada.