El tren circulaba a 118 km/h en el momento en el que descarriló poco antes de pasar por la estación de ferrocarril de O Porriño el pasado viernes. Este es alguno de los datos extraídos del volcado de información que contenían las dos cajas negras del tren, una instalada por Renfe y otra por Comboios de Portugal.
Según informan fuentes judiciales, sin perjuicio de posteriores concreciones, las cajas negras también rebelan que el maquinista recibió dos avisos L1, que significan la necesidad de moderar la velocidad. Además, el maquinista, fallecido en el accidente, cursó recibo de haber recibido el mensaje pulsando un botón de la cabina.
Son los primeros datos que se desvelan después de que un técnico ferroviario asegurara a la entrada del Juzgado de Instrucción número 2 de O Porriño que todo apuntaba a un exceso de velocidad del tren como causa del accidente en el que perdieron la vida cuatro personas y otras 49 resultaron heridas.