No era la primera vez que lo hacían. El juez que investiga la violación en grupo de una joven madrileña durante los pasados Sanfermines ha imputado a cuatro de los cinco procesados por un abuso sexual cometido el pasado mes de mayo hacia otra chica de 21 años en una localidad de Córdoba.
En esta ocasión, los investigados también grabaron los hechos con un móvil y compartieron este vídeo en varios chat de WhatsApp y, según el magistrado, “existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima“.
El juez recoge en su resolución que uno de los acusados se ofreció a acompañar a la joven a casa en coche, pero que nada más sentarse la denunciante quedó inconsciente. Fue entonces cuando se montaron en el vehículo los otros tres acusados y, mientras uno conducía, el resto le tocaban los pechos, la besaban y se reían de la víctima.
Luego la llevaron hasta la localidad de Pozoblanco, donde la joven se despertó “completamente desnuda en el asiento de atrás” y con el mono y las medias rotas. Cuando la joven se vistió y se colocó en el asiento del copiloto, uno de los acusados le pidió “que le hiciera una felación” y, al negarse, le golpeó “dos veces en la cara y otra en el brazo”. Luego, la empujó fuera del coche y la insultó.
Los tocamientos fueron grabados con un móvil creando dos vídeos que fueron compartidos en dos chats, en uno de ellos con alusiones al posible uso de burundanga, una sustancia que actúa como depresor de las terminaciones nerviosas y del cerebro, con efectos sedantes que deja inconscientes y amnésicas a las víctimas.
El juez asegura que los hechos están tipificados en el artículo 181 del Código Penal como cuatro delitos de abuso sexual, de los cuales aparecen como autores los cuatro investigados. Asimismo, el magistrado imputa a uno de ellos un delito de lesiones.
