Acosada y tratada de forma cruel por Alfred Hitchcock. Así es como se sintió la actriz Tippi Hedren, madre de la también actriz Melanie Griffith, durante el rodaje de las dos películas que hizo con el famoso cineasta.
Lo asegura la actriz en su libro ‘Tippi: A Memoir’, donde da a conocer por primera vez lo que vivió en 1963 y 1964 cuando trabajó de mano de Hitchcock después de que este la descubriera a los 31 años cuando la vio en un comercial de televisión.
La modelo se había mudado de Nueva York a Los Ángeles tras divorciarse de Peter Griffith y firmó un contrato de cinco años con el director, así como clases de actuación con él y su esposa Alma Reville. Pero no llegó a cumplirlo.
En sus memorias, la actriz de 86 años asegura que el cineasta se tornó en un hombre muy posesivo, que había advertido a sus compañeros de elenco que no le hablaran o le tocaran. Indica además en el libro, que sale al mercado este martes, que la obsesión de Hitchcock por su musa llegó al punto de que si la veía sonriendo o conversando con un hombre en el lugar de la filmación se tornaba “frío” y de “malhumor” y que la miraba fijamente, inexpresivo, incluso desde el otro lado del set de rodaje.
Hedren deja saber además que en una ocasión el cineasta trató de besarla en una limusina y que no denunció lo que le ocurría porque en la década de 1960 el término de acoso sexual no existía y que apoyarían a Hitchcock porque “¿quién era más valioso para el estudio, él o yo?”.
También denunció que en la escena final de ‘Los pájaros’ el director había prometido usar pájaros mecánicos, pero “mintió” y casi pierde un ojo cuando un pájaro le picó muy cerca. Pero su pesadilla no acabó ahí, ya que en el filme ‘Marnie, la ladrona’ Hitchcock ordenó que instalaran una puerta secreta que conectaba su oficina con su camerino y que el director entró varias veces y le puso las manos encima.