El hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo se convertirá este viernes en el escenario de la X Jornada para enfermeros en transplante de progenitores hematopoyéticos, organizada por el Grupo Español de Enfermería en TPH, que representa a los profesionales de enfermería en la European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT).
Se trata de una actividad formativa anual para profesionales de toda España que tiene como objetivo actualizar los conocimientos que permiten identificar las complicaciones del TPH, establecer e implantar medidas preventivas y planificar cuidados enfermeros basados en la evidencia para hacer frente a las complicaciones que presentan este tipo de pacientes.
En esta edición se abordarán, entre otros temas, las novedades terapéuticas, los nuevos retos del control de gérmenes multirresistentes en las unidades de TPH, la biovigilancia y la trazabilidad, la preservación de la fertilidad antes de la quimioterapia, los roles avanzados de coordinación de los profesionales de enfermería en estas unidades o el papel de las terapias complementarias en la recuperación del paciente después de un trasplante.
La Unidad de Trasplante de progenitores hematopoyéticos del Servicio de Hematología del Chuvi tiene en la actualidad 5 habitaciones con presión positiva y con esclusa para el aislamiento inverso con una zona específica para los acompañantes de los pacientes. La estancia media de los pacientes hospitalizados para un trasplante de este tipo es de 4-5 semanas en régimen de aislamiento, por lo que “muchas veces sus acompañantes permanecen con ellos períodos largos e tiempo, por lo que queremos ofertarles las mayores comodidades posibles en este área, que consta con un área propia de acompañantes, con zona de estar con taquillas y baños específicos, así como con un menú diario completo“, aseguran desde el Sergas.
Aunque en el año 2015 Galicia aumentó en un 32% el número de donaciones de médula ósea, con 1.347 frente a las 1.250 del año anterior, desde el Sergas quieren “seguir potenciando estas donaciones”. Pueden ser donadores de médula las personas entre 18 y 55 años que no padezcan ninguna enfermedad transmisible o que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
