In fraganti, literalmente. Así ha sido detenido el ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexéi Uliukaev, cuando estaba recibiendo un soborno por valor de cerca de 1,8 millones de euros de una compañía petrolera para la que había realizado una valoración positiva desde el ministerio.
La mencionada compañía es Rosneft, de propiedad estatal, que gracias a esta valoración, pudo adquirir el 50% de las acciones de la compañía Bashneft.