Ya ha sido congelada a la espera de encontrar algún tratamiento con el que curar su enfermedad. Una niña británica de 14 años enferma terminal de cáncer ha conseguido que el Tribunal Superior de Londres la autorizara a criogenizar su cuerpo con la esperanza de ser reanimado una vez se haya encontrado cura a su dolencia.
El caso llegó hasta la justicia porque los padres de la menor, divorciados, no se ponían de acuerdo sobre los deseos de su hija, que había investigado en internet sobre las técnicas de criogenización y sus posibilidades. El juez determinó al final que la madre, que apoyaba los deseos de su hija, era la única persona que podía tomar la decisión final, ya que la menor no tenía trato con su padre desde hacía 8 años ni estaba autorizado a conocer los pormenores de la enfermedad ni a ver el cuerpo de su hija una vez fallecida.
El cuerpo de la niña ya está en una unidad especializada en criogenización en Estados Unidos desde hace un mes, pero el tribunal no permitía divulgar la información hasta después de la muerte de la menor.
El juez, que visitó a la menor en el hospital, aseguró que se trataba de una joven muy “inteligente” con suficiente capacidad mental para emprender las acciones legales necesarias para pedir su criogenización. Al ser menor de edad y no poder hacer testamento legal, el magistrado tenía que decidir qué persona era la más adecuada para cumplir las última voluntades.