Mouriño lo tiene claro: quiere para el RC Celta un estadio propio que lo dote de patrimonio y que sirva para desarrollar proyectos comerciales, además de para jugar al fútbol. Y si no consigue que el Concello de Vigo le venda Balaídos se plantea construir un estadio fuera de la ciudad.
Así lo ha manifestado el dirigente del club céltico en el Círculo de Empresarios de Galicia, donde ha comenzado una campaña que le llevará a realizar contactos con distintos agentes sociales y económicos de la ciudad para dar a conocer el proyecto de futuro del equipo.
En caso de que el ayuntamiento no venda un estadio que “no cubre las necesidades del club”, Mouriño se plantea construir una ciudad deportiva en alguno de los concellos limítrofes que de los permisos pertinentes, “como O Porriño, Mos o Nigrán”.
Mouriño ha insistido en la necesidad de la compra del estadio para desarrollar otros proyectos económicos, como hacen otros clubs, y para los que el Concello siempre le ha denegado los permisos, asegura. El dirigente céltico ha explicado que el Concello denegó desde la compra de la Finca de San Roque por parte del club, ya pactada con Abanca, hasta incluso la celebración de tres conciertos, el de Maná, el de U2 y el de la gira de despedida de Los Suaves, más recientemente.
