Llevaba 25 años cascando nueces con lo que él creía que era un utensilio de cocina. Hasta que vio una foto en un folleto distribuido por la policía de su pueblo. Un campesino chino llevaba 25 años cascando nueces con una granada de mano sin darse cuenta.
El hombre, originario de Ankang, en la provincia china de Shannxi, lo usaba para abrir nueces a pesar de tener la forma inequívoca de una mano de mortero.
El hombre recibió la granada de un amigo, que se la regaló sin explicarle para qué servía.