La actriz estadounidense Debbie Reynolds, de 84 años, madre de la recientemente fallecida Carrie Fisher, ha muerto este miércoles, 28 de diciembre, después de haber sido hospitalizada tras sufrir una posible apoplejía.
Todd Fisher, hijo de Reynolds, ha confirmado la muerte de su madre que estaba organizando la celebración del funeral de Carrie Fisher, fallecida el martes a los 60 años tras sufrir un infarto en un avión.