Según informa El Diario Montañés, la Audiencia de Cantabria ha condenado a 3 años y 9 meses de prisión a un hombre que abusó durante cinco años de una menor. La pena podría haber sido mayor, pero el responsable de la sección tercera de esa Audiencia ha considerado que “no ha quedado probado que la menor, que tenía cinco años cuando todo comenzó, se resistiera”.
La sentencia, además, no valora estos hechos como agresión sexual debido ello, y a pesar de que la Fiscalía y la acusación particular pedían una pena de 9 y 10 años de cárcel, para el acusado al entender que sí existía agresión sexual hacia la menor.
El tribunal ha basado su sentencia en que no ha quedado probado que la menor “opusiera resistencia física o protestara, llorara o gritara”. Incluso explica que era “habitual” que la pequeña volviera a casa del agresor debido a que este le daba regalos “para contentarla”.
Los hechos comenzaron en 2005, prolongándose hasta 2010, tiempo durante el cual el acusado realizó los diferentes abusos sexuales en su propia vivienda y en una caseta de obra que se encontraba en su jardín. Así, la sentencia indica que el hombre pudo realizar estos abusos sexuales debido a la amistad y confianza que tenía con la familia de la niña, razón por la que cuidaba a la menor los domingos por la tarde.
Y el tribunal sigue señalando que la niña no supo qué estaba pasando hasta que no comenzó a estudiar cuestiones relacionadas con la sexualidad en el colegio, varios años después de que comenzaran los abusos sexuales, y tras hablarlo con compañeras de colegio y un primo suyo, un año después se lo contó a sus padres.