La Fiscalía ha pedido 4 años de cárcel para el ex presidente de Caixa Catalunya, ex vicepresidente y ex ministro del Gobierno de Felipe González, Narcís Serra, y para el que era director de la entidad, Adolf Todó, por dos presuntos delitos de administración desleal en el caso de los sueldos desorbitados.
En su escrito de acusación, el fiscal acusa a otras 39 personas por estos sueldos que se concedieron a consejeros de la entidad en plena crisis económica, cuando ésta estaba recibiendo fondos del FROB, que entre 2010 y 2012 aportó a la caja más de 12.000 millones de euros.
Les acusa de “un reprochable” manejo de los fondos de una entidad cuyo único objetivo tendría que haber sido procurar un adecuado beneficio para la obra social y evitar un despilfarro de fondos en beneficio de los altos directivos.
Pese a la difícil situación económica general, del sistema financiero y, en especial de Caixa Catalunya, los sueldos de Adolf Todó y Jaume Massana –director general adjunto entonces– “no dejaron de subir” durante 2009, 2010 y 2011.