Agentes de la Policía Nacional, en una operación pionera iniciada por la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) de la Policía Nacional y coordinada por Europol e Interpol, han desmantelado la principal red internacional de distribución de pornografía infantil a través de WhatsApp detectada hasta la fecha.
Debido a su gran dimensión y carácter supranacional, es la primera acción internacional conjunta contra la pornografía infantil en la Unión Europea, coordinada a través del Grupo de Acción Contra el Cibercrimen (JCAT), a través del Centro Europeo de la Criminalidad (EC3) radicado en La Haya.
En esta operación se ha identificado a 135 usuarios ubicados en 18 países de Europa, Centroamérica y Sudamérica. Además han sido investigados 96 grupos de exclusiva temática pedófila en dicho servicio de mensajería instantánea. En el operativo han sido arrestadas un total de 39 personas: 17 de ellas en España -gracias a la participación y coordinación de 14 plantillas policiales-, seis en Colombia, cuatro en Italia, dos en Alemania, tres en Bolivia, dos en Costa Rica, dos en Paraguay, una en Chile, una en El Salvador y una en Portugal.
Los investigadores han estudiado más de 360.000 archivos que implican a los arrestados en la trama y han localizado en uno de los registros, practicado en Lugo, numeroso material manuscrito que contenía nombres, edades y lugares de encuentros con menores, algunos de ellos fechados hace veinte años. Los archivos fotográficos y de vídeo pedófilos que se distribuían en estos canales se caracterizan por un evidente trato vejatorio y una desmesurada brutalidad sobre las víctimas, de edades comprendidas entre cero y ocho años.
Menores entre cero y ocho años
La investigación fue iniciada en junio de 2016 por la Unidad de Investigación Tecnológica a raíz de la detección de un enlace en la red TOR (The Onion Router) -conjunto de servidores que permite la anonimización de la IP de los usuarios- donde se invitaba a participar en un grupo de chat para intercambiar pornografía infantil. Esta URL redirigía a un repositorio en el cual se facilitaban las instrucciones de acceso, a través de redes anónimas, a una comunidad de pedófilos existente en un servicio de mensajería instantánea. Con las primeras gestiones se detectó la existencia de un número elevado de enlaces de invitación a grupos ubicados en WhatsApp, abiertos a todos los usuarios.
Poco después, los investigadores verificaron que en estos chat se intercambiaban todo tipo de archivos multimedia con contenidos relacionados con la explotación sexual infantil, e incluían, en muchos de ellos, enlaces de descarga al espacio virtual que los albergaba. Los archivos de imagen y video que distribuían se caracterizaban por un trato vejatorio y degradante infligido a menores de edades comprendidas entre los cero y los ocho años. Además los administradores habían establecido criterios para la admisión y expulsión de sus miembros así como la moderación de los contenidos accesibles, incluso utilizaban una terminología especifica habitual en ambientes pedófilos.
Avanzada la investigación se consiguió detectar alrededor de 96 grupos de WhatsApp, así como 103 distribuidores ubicados en diferentes países, de los cuales 17 de ellos residían en España. Tras realizar el análisis minucioso de los grupos investigados se precisó los usuarios dedicados exclusivamente al intercambio y distribución de pornografía infantil y se comprobó la existencia de objetivos en 18 países ubicados en Sudamércia, Centromérica y Europa, siendo España uno de los más involucrados. Con el objeto de facilitar los cauces operativos y conseguir una acción conjunta en todos los países implicados, se solicitó por parte de los agentes de la Unidad de Investigación Tecnológica la asistencia técnica y operativa facilitada por el Grupo de Acción Contra el Cibercimen (JCAT). Además se solicitó la colaboración de Interpol y Europol para conseguir una absoluta coordinación de las actividades operativas en cada uno de los países afectados.
Canal de comunicación bidireccional
Después de sucesivas reuniones internacionales celebradas en La Haya, se acordó una actuación conjunta para la identificación de los sospechosos y la salvaguarda de pruebas. Siguiendo esta premisa en el marco de Europol se estableció un canal de comunicación bidireccional con los responsables de las unidades de delitos tecnológicos en Alemania, Italia y Portugal. A través de Interpol se coordinó la actuación con doce países de Centroamérica y Sudamérica –Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú-. Cabe destacar que una Oficina Móvil de Europol y un equipo de análisis de la OCN Interpol se desplazaron hasta Madrid para realizar el estudio comparativo de las informaciones obtenidas durante el desarrollo de las investigaciones. En relación con las pesquisas realizadas en territorio nacional, la UIT se coordinó con 14 plantillas distribuidas por toda España –Alicante, Almería, Badajoz, Barcelona, Granada, Jaén, Lugo, Málaga, Huelva, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza-.
Más de 360.000 archivos de pornografía infantil
Gracias a la acción conjunta se han realizado en nuestro país 19 registros domiciliarios en los que se ha intervenido 23 teléfonos móviles, siete ordenadores portátiles, una tablet, tres cámaras de fotos, diez discos duros externos, diez pendrives, nueve tarjetas SD de gran capacidad de almacenamiento y 64 DVD. Además se han obtenido más de 360.000 archivos de pornografía infantil. Gracias a los estudios efectuados sobre los dispositivos electrónicos intervenidos se pudo determinar la pertenencia de los detenidos a los citados grupos de WhatsApp e incluso a otros servicios de mensajería similares. En un registro practicado en la localidad de Lugo se encontró numeroso material manuscrito –alguno de ellos con más de veinte años de antigüedad- en el que se podía observar una relación de edades, nombres, correos electrónicos y direcciones físicas donde se quedaba con los menores de edad, algunos de estos datos fechan de hace más de veinte años.
135 personas investigadas en tres continentes
La operación Tantalio es la primera acción internacional conjunta en la UE contra la pornografía infantil coordinada a través del Grupo de Acción Contra el Cibercrimen ya que su principal cometido hasta el momento era la lucha contra las amenazas provenientes de la distribución de malware, botnets, fraude online, intrusiones y cualquier otra amenaza sobre ciberseguridad. Gracias además a la colaboración de Interpol y Europol se ha conseguido localizar la mayor red internacional de intercambio de pornografía infantil a través de WhatsApp.
En total han sido investigadas 135 personas -17 en España, nueve en Alemania, 11 en Argentina, seis en Bolivia, 20 en Brasil, dos en Chile, nueve en Colombia, dos en Costa Rica, dos en Ecuador, uno en El Salvador, dos en Guatemala, cuatro en Italia, 28 en México, dos en Paraguay, 19 en Perú y uno en Portugal– de las cuales hasta el momentos han sido arrestadas 32, la investigación continúa abierta a la espera de nuevas detenciones.